Conectividad, la tarea pendiente que se hizo urgente en la pandemia
Cada vez que Orlando Pérez tiene que reunirse virtualmente con alguien, cosa que sucede con creciente frecuencia, tiene que ausentarse de la finca El Diamante, en zona rural de Arauquita, en donde la Cooperativa Multiactiva Esperanza del Pueblo Araucano (COOMEPA) está implementando un proyecto productivo de cultivo de plátano hartón.
Orlando, como representante legal de COOMEPA, tiene reuniones periódicas con funcionarios del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo -PNUD-, la Agencia para la Reincorporación y Normalización -ARN-, el Consejo Nacional de Reincorporación -CNR-, funcionarios de la Alcaldía de Arauquita y de la Gobernación de Arauca. Con todos se encuentra virtualmente desde su casa, porque en la finca donde funciona el proyecto tiene instalado un servicio de internet que no le permite una conexión estable.
"Hace poco intenté atender una reunión desde la finca, pero la conexión no me duraba un minuto sin interrupción. Tuve que subirme a la moto y desplazarme una hora y veinte hasta mi casa, en el casco urbano de Arauquita, para poder conectarme", cuenta Pérez. El tiempo de desplazamiento, sumado al hecho de que cada vez tiene más reuniones que atender –todas virtuales– hacen que no pueda estar siempre presente administrando el proyecto de la cooperativa.
Un informe elaborado por el componente Farc del CNR para conocer el impacto de las medidas para contener el contagio de COVID-19 encontró que el 45% de los colectivos de excombatientes que adelantan proyectos productivos tiene conexión a internet en el lugar donde se realizan. Sin embargo, de ese porcentaje, el 41% afirma que la conexión es muy lenta, y otro 16% que se conecta a través de datos móviles, conexión que tampoco tiene una velocidad adecuada.
De acuerdo con Andrés Stapper, director de la ARN, en este momento esa entidad garantiza la conexión a internet satelital en 23 de los 24 antiguos Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación (ETCR), pues el de Ituango fue trasladado debido a las condiciones de seguridad de los excombatientes. Además, afirmó, con el apoyo del Fondo Multidonante de Naciones Unidas, se instalaron en agosto 53 puntos de acceso para la asistencia técnica a los proyectos productivos colectivos aprobados en el CNR y las formas asociativas que los implementan. COOMEPA recibió uno de estos puntos de acceso en la finca El Diamante.
"Tenemos conexión a internet pero muy mala. En este momento funciona para WhatsApp, nada más, y funciona cinco o diez minutos bien y se cae, es intermitente la señal, entonces no me he arriesgado a hacer una reunión desde allá, porque estas reuniones son trascendentales para el seguimiento", cuenta Pérez.
En el Cauca, la Cooperativa Multiactiva Ecomún Esperanza del Pueblo (COOMEEP) implementa seis proyectos productivos, cuatro en Caldono y dos en Silvia. Jhan Carlos Moreno, representante legal de COOMEEP, cuenta que todos los proyectos tienen conexión a internet porque la cooperativa contrató a un proveedor para instalar un servicio que les permitiera conectar fácilmente una red de 20 computadores. De esa forma, dice, pueden tener información en tiempo real de todos los proyectos que administran.
Moreno explica que tomaron la decisión de adquirir ese servicio porque la conexión a internet satelital contratada por ARN para la oficina central de la cooperativa, ubicada en el antiguo ETCR de Santa Rosa, en Caldono, solo les permitiría conectar un computador, demasiado insuficiente para su operación. Por eso, dice, COOMEEP le pidió a ARN que cediera el servicio de internet satelital a una cooperativa con una operación más pequeña. Desde el 2019, COOMEEP contrata su propio servicio de internet que les garantiza una buena conexión.
La buena conectividad le ha servido a COOMEEP para implementar cuentas digitales y formatos de recolección de información en línea que les permiten tener información actualizada en tiempo real sobre el desarrollo de todos sus proyectos. Sin embargo, la buena conectividad es la excepción, especialmente en zonas predominantemente rurales y alejadas, como los antiguos ETCR y, en general, los municipios PDET.
Atención técnica
Una de las actividades estratégicas dentro del proceso de reincorporación económica es la asistencia técnica que se provee a las asociaciones, cooperativas y corporaciones para que sus proyectos cuenten con acompañamiento y asesoría permanente de personas y equipos especializados. Ese acompañamiento suele ser presencial, pero las medidas de contención del COVID-19 obligaron a reducir al mínimo los acompañamientos en espacios físicos. La asistencia técnica pasó a ofrecerse por teléfono o a través de reuniones virtuales, lo cual, en un contexto de baja conectividad, es una calamidad.
Según explica Stapper, "los proyectos que no tienen internet están recibiendo asistencia técnica, alguna de carácter presencial, dependiendo de la caracterización que se adelantó con base en información que tenemos con el PNUD y con componente Farc del CNR, y otra a través de asistencia remota, puede ser a través del uso de WhatsApp para el seguimiento de los proyectos".
En Barranco de Loba, Bolívar, Janer Toloza implementa un proyecto de cría de ganado. Antes de la pandemia, recibía ocasionalmente la visita de una persona de ARN que le ofrece asesoría. Desde que entraron en vigencia las medidas de prevención del contagio de COVID-19, esa persona no lo ha vuelto a visitar y la asistencia la obtiene a través de una llamada telefónica que recibe una vez al mes y que dura entre 10 y 20 minutos. "Desde que estamos en pandemia y hacemos las asesorías por teléfono, todo es más corto. Pero uno no puede pedir más de lo normal, yo agradezco mucho el apoyo que me dan", dice Toloza.
De acuerdo con PNUD, el acceso a internet fue una de las urgencias identificadas por los equipos territoriales y por la población en reincorporación. En la mayoría de los casos no hay acceso a este servicio, y si lo hay, no es de buena calidad. "La asistencia técnica que veníamos realizando en territorio a los proyectos productivos de los excombatientes en proceso de reincorporación se vio limitada por la emergencia sanitaria y nuestra imposibilidad de visitar estos proyectos en fase de implementación", explica Juliana Correa, gerente del área de Paz y Desarrollo de PNUD Colombia.
"Desde que estamos en pandemia y hacemos las asesorías por teléfono, todo es más corto. Pero uno no puede pedir más de lo normal, yo agradezco mucho el apoyo que me dan."
Alfabetización digital durante la pandemia:
Además de la asistencia técnica, la conectividad también es clave para otro proceso estratégico de la reincorporación económica. Muchos excombatientes no saben cómo manejar la tecnología con la que cuentan. El informe elaborado por el componente FARC del CNR expone que un 21,4% de los proyectos productivos cuentan con capacitación en herramientas informáticas mientras que un 74,2% no ha recibido ninguna y la requiere.
Orlando Pérez es una de las personas que no ha recibido capacitación en manejo de este tipo de herramientas y la necesita. Su reincorporación a la vida civil lo trajo también a la libertad. Después de pasar una larga temporada preso, estaba menos listo que cualquiera para enfrentarse a una realidad con muchas interacciones completamente virtuales. "Cuando yo caí a la cárcel no existían teléfonos inteligentes, entonces salir y encontrarse con esta realidad no es nada fácil", afirma.
Su trabajo como representante legal de COOMEPA y como administrador del proyecto de plátano hartón hace que le sea necesario aprender en poco tiempo lo que todos los demás han aprendido día tras día. Sus asesores en materia tecnológica son sus dos hijos que le han enseñado qué significa y cómo funciona navegar en internet. Esos aprendizajes, dice, son fundamentales para el desarrollo del proyecto.
En Cauca, COOMEEP contrató a una persona para capacitar al equipo de comunicaciones en el uso de redes sociales, el desarrollo de la primera parte de su plan estratégico y en el fortalecimiento de todas las capacidades administrativas, técnicas y tecnológicas para salir al mercado digital en 2022.
Además, ya comenzaron a trabajar para lograr que todo su personal pueda validar la primaria y el bachillerato, pues muchos excombatientes nunca tuvieron educación formal. También están formando a su equipo operativo en administración de empresas en conjunto con la Corporación Universitaria Simón Bolívar. Los miembros de la cooperativa que participan de alguno de estos proyectos educativos reciben las clases por internet gracias a que su conexión les permite hacerlo.
Para Juliana Correa de PNUD, esta coyuntura ha hecho que el acceso a internet sea imperativo para el acompañamiento y sostenibilidad de los proyectos, pues permite a los participantes estar en contacto con el equipo técnico tanto para solucionar problemas técnicos productivos como para recibir capacitación en temas comerciales, organizativos, entre otros. También permite a las organizaciones acceder a un abanico de opciones de formación ofrecida por otras instituciones, acceder más fácilmente a proveedores nacionales e internacionales e implementar estrategias de mercadeo electrónico a través de redes sociales y páginas web.
El caso de la cerveza La Trocha muestra cómo una adecuada estrategia de mercadeo en línea puede salvar al proyecto en medio de una crisis. La cerveza artesanal no es un producto de primera necesidad y además se comercializaba, antes de que comenzara la pandemia, en establecimientos como restaurantes y bares. Las medidas de aislamiento hicieron que estos lugares tuvieran que cerrar sus puertas y la venta de la cerveza tuvo que trasladarse a las redes.
Álex Monroy, uno de los socios administradores del proyecto La Trocha, cuenta que, aunque ya tenían canales de distribución por redes sociales, durante la pandemia se fortalecieron mucho. Ante la imposibilidad de vender en establecimientos, la respuesta fueron los domicilios. Los clientes les pedían a través de sus cuentas de Instagram, Facebook y Twitter y eso los mantuvo a flote durante los meses más duros.
Ese fortalecimiento de los canales digitales hizo que se abrieran nuevos mercados para La Trocha cuando empezaron a recibir pedidos de ciudades en las que antes no tenían distribución. Pasaron de una venta que se limitaba a los establecimientos que tenían en Bogotá a un mercado digital nacional, pues han hecho despachos a más de 10 ciudades. Ahora, con el retorno de la actividad económica, los clientes prefieren salir y buscan la cerveza en los bares y restaurantes, cuenta Monroy.
Aunque casos como el de la cooperativa COOMEEP o el de la cerveza La Trocha son ejemplos de adaptación con gran éxito a la vida digital, ambos son proyectos que cuentan con buenas condiciones de conectividad, un privilegio que no tiene la mayoría de los colectivos de excombatientes.
"Ese fortalecimiento de los canales digitales hizo que se abrieran nuevos mercados para La Trocha cuando empezaron a recibir pedidos de ciudades en las que antes no tenían distribución."